El poder adquisitivo del salario para cubrir el costo de la canasta básica y demás necesidades de los maestros debe ser resultado de la adopción de políticas que permitan proteger el salario, evitando entre otros aspectos, que los efectos macroeconómicos socaven la capacidad efectiva del salario que asegure la suficiencia y sostenibilidad de condiciones de vida adecuadas del Magisterio.
Las políticas públicas que ha implementado el Estado para cumplir con las obligaciones de respetar y proteger a los trabajadores han resultado ineficientes y contrarias al derecho laboral venezolano. Desde el mes de marzo del año 2020, a través de un instructivo emanado de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) del Ministerio del Poder Popular de Economía y Finanzas (declarado como inexistente por la Sala Político Administrativo del Tribunal Supremo de Justicia), se disminuyeron y en otros se suspendieron beneficios contractuales sumamente importantes establecidos en la II Convención Colectiva Única y Unitaria de los Trabajadores y las Trabajadoras de la Educación del Ministerio del Poder Popular para la Educación, en abierto y total incumpliendo, violando las interescalas de los tabuladores salariales del sector público, provocando su aplanamiento y menoscabo de los derechos de los trabajadores y trabajadoras del Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Acerca del salario mínimo el Dr. Oscar Meza Director del CENDAS – FVM nos menciona un dato histórico sobre el salario mínimo: “El próximo mes de mayo se cumplen 50 años de haberse establecido el salario mínimo en Venezuela. Se fijó en 450 bolívares, que, al tipo de cambio de 4, 30 eran 104,65 dólares”.
En la Declaración de la CTV sobre la 4ª sesión del Foro de Diálogo Social – Tripartito, por la Reconstrucción del salario mínimo y una agenda sobre los derechos laborales se resalta: “el aumento del salario mínimo es de absoluta responsabilidad del Ejecutivo Nacional y una obligación legal y no hay ninguna justificación para mantener el salario mínimo actual” y destacan que luego del consenso entre las centrales ASI Venezuela, la Federación General de Trabajadores y la CTV para plantear un monto estimado de salario mínimo con base en 8 de los 12 indicadores para establecer método del salario mínimo, se utilizaría como referencia la canasta alimentar familiar del CENDAS-FVM.
No incrementar el salario ocasiona un grave perjuicio en los beneficios del “Bono Vacacional”, “Aguinaldos”, las “Prestaciones Sociales” e impacta de manera negativa la seguridad alimentaria del magisterio venezolano y sus familiares en un país donde todos los productos y servicios están totalmente dolarizados y los trabajadores de la educación, que tenemos la más alta responsabilidad, como es la de formar a las generaciones del presente y futuro, continuemos devengando salarios que no alcanzan para vivir dignamente, la educación no podrá avanzar y en consecuencia no habrá calidad educativa.