El salario promedio de un docente venezolano durante el mes de marzo fue de 11,40 dólares, es decir, alrededor de 798 bolívares, un docente en Venezuela requiere de 46.21 salario promedios para adquirir la canasta alimentaria, valorada en 526,83 dólares, o 36.878,37 bolívares, según datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, Cendas –FVM.

A tres años de retraso de la introducción, admisión, discusión y negociación del proyecto de la III Convención Colectiva Única y Unitaria de las Trabajadoras y los Trabajadores del Ministerio del Poder Popular para la Educación; a tres años desde el último aumento salarial, la desalarización, pulverización y precarización de las remuneraciones, la bonificación del salario o el salario que al final no remunera, es, a la par de una deconstrucción, la manifestación del daño definitivo que se ha infringido a nuestras relaciones laborales. Se remunera, pero cada vez menos con salarios y se suma la desaparición total del salario y bonificaciones hasta dejar en  desamaparo al trabajador con la práctica arbitraria del procedimiento administrativo por parte del Ministerio de Educación como la suspensión del salario y bonos a través de un CAMBIO DE MODALIDAD, la cual NO ESTÁ TIPIFICADA en la legislación laboral, desconociendo los decretos de Inamovilidad Laboral, la protección del salario de los trabajadores estipulada en las leyes de la nación, Constitución de la República y Convenios Internacionales suscritos por nuestro país.

A pesar de los múltiples esfuerzos mancomunados de las organizaciones sindicales signatarias de haberse discutido y aprobado parte de las cláusulas de la III CCCUU y el esfuerzo de los trabajadores de Venezuela por un aumento del salario mínimo, el gobierno ha retrasado constantemente la firma definitiva, especialmente en lo referente a las cláusulas económicas y al aumento del salario mínimo por tres años. Las consecuencias de este estancamiento y retraso salarial y contractual generan escenarios graves y críticos, entre se destacan las siguientes:

· Desmotivación docente: Los docentes se sienten desmotivados y desvalorizados al no ver reflejadas sus demandas en un contrato colectivo actualizado y un salario pulverizado que no garantiza satisfacer las necesidades de su familia. El ingreso dejó de ser vital o desapareció al ser suspendido.

· Deterioro de la calidad educativa: La falta de motivación y las condiciones laborales precarias afectan directamente la calidad de la educación que se imparte.

· Violación de derechos laborales: Los docentes denuncian la violación de sus derechos laborales, como la suspensión del salario y la falta de garantías laborales.

Antes este panorama escenario crítico de la situación de los DOCENTES, ADMINISTRATIVOS Y OBREROS venezolanos, quienes llevamos años luchando por nuestras legítimas conquistas contractuales, exigimos se reconozcan y respeten nuestros derechos contractuales y mejoren las condiciones de trabajo.

Por fvmaestr