Entre miradas perdidas, que con silencios lo dicen todo; entre esperanzas que buscan un horizonte que alcanzar, aparece ella, LA EDUCACIÓN, como el faro que guía el camino a seguir para llegar a destino. Destino que, aunque propio de cada uno, también se convierte en universal al converger en un punto. Aprendemos para convivir con los otros, para generar vínculos que se entrelazan entre conocimientos, y en muchas ocasiones para encontrar lo mejor de nosotros mismos.
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