El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, ha sido históricamente una fecha de gran importancia en muchos países del mundo, y Venezuela no es la excepción. En 2025, este día se convirtió en un momento clave de reflexión, reivindicación y lucha para los trabajadores venezolanos en un contexto de múltiples desafíos sociales, económicos y políticos.
Contexto social y económico
A lo largo de los últimos años, Venezuela ha atravesado una compleja crisis económica que ha afectado profundamente a su población. La hiperinflación, la devaluación de la moneda, el colapso de los servicios públicos, la escasez de productos básicos y el éxodo masivo de venezolanos han generado una situación sumamente difícil para el pueblo trabajador. En este contexto, el 1 de mayo de 2025 se destacó no solo por las manifestaciones de los trabajadores, sino también por las exigencias en materia laboral y la reactivación de la economía nacional.
Aunque en años anteriores el Día del Trabajador estuvo marcado por celebraciones y discursos oficiales del gobierno para anunciar aumentos salariales via Decreto Presidencial, en 2025 se vivió una jornada más diversa como viene sucediendo desde hace 3 años ante la decisión del Ejecutivo Nacional de negar aumento del salario mínimo a la clase trabajadora del país. La multiplicidad de actores sociales, incluidos sindicatos, organizaciones de trabajadores, movimientos sociales y sectores de la sociedad en general, se dieron cita para exigir mejoras en las condiciones laborales y una revalorización del salario mínimo, que en este momento sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de la población. La Federación Venezolana de Maestros y sus 27 sindicatos filiales estuvo en las diferentes concentraciones, actividades gremiales, sindicales para exigir al Gobierno Nacional el cumplimiento de lo que nos corresponde por Ley.

Las protestas y marchas
En el Distrito Capital y en otros estados del país como Mérida, Apure, Lara, Portuguesa, Zulia, Anzoátegui, Bolívar, Guárico, Sucre, Falcón, Monagas, Amazonas, entre otros estados… se organizaron ruedas de prensa, comunicados de las coaliciones gremiales, marchas y protestas que reunieron a miles de trabajadores de diversos sectores: salud, educación básica y universitaria, transporte, energía, comercio, entre otros. La demanda más recurrente fue el aumento salarial, ya que muchos venezolanos se enfrentan a la difícil situación de que sus ingresos no son suficientes para cubrir ni siquiera la Canasta Alimentaria Familiar.
Una de las principales consignas que resonó en las calles fue «¡Salarios dignos ya!» y «¡Justicia social para los trabajadores!». Además, los trabajadores también exigieron una mejora en las condiciones de trabajo, acceso a seguridad social y la creación de empleos de calidad. En varios lugares del país, se realizaron actos de protesta que incluyeron protestas simbólicas y actividades del Movimiento de los Trabajadores que expone el descontento de la sociedad venezolana por las actuales politicas salariales.

El discurso del gobierno
Por otro lado, Nicolás Maduro hizo el pasado miércoles 30 de abril de 2025 un ajuste a la bonificación complementaria del salario mínimo de los venezolanos, a fin de «recompensar» a los trabajadores.
Desde el estado Bolívar anunció que el bono de guerra económica pasa de 90 a 120 dólares mensuales, mientras que el Cestaticket (bono de alimentación) se mantiene en 40 dólares. El salario mínimo legal, sin embargo, continúa congelado en 130 bolívares desde marzo de 2022, equivalentes a menos de 2 dólares mensuales al cambio oficial.
Con este incremento, Maduro aseguró que el ingreso mínimo integral indexado para trabajadores públicos será de 160 dólares mensuales, compuesto exclusivamente por bonos entregados a través del Sistema patria. En su discurso, Maduro destacó las políticas sociales implementadas durante su mandato, como los subsidios a alimentos y medicamentos, y la creación de misiones sociales que, según él, buscan garantizar los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, a pesar de estos anuncios, muchos trabajadores, líderes sindicales del Movimiento de los Trabajadores y de nuestra organización sindical como la Prof. Carmen Teresa Márquez presidente de la Federación Venezolana de Maestros, emitieron pronunciamientos: «Tenemos que seguir exigiéndole al Gobierno nacional, y más nosotros en el magisterio, donde realizaron suspensiones de sueldos masivas desde el mes de noviembre y ese es el regalo del gobierno nacional a los maestros venezolanos», dijo durante su intervención en la rueda de prensa desde la sede nacional de la CTV. Recordando que la convención colectiva del sector educativo tiene tres años vencida, por lo que pide que se retomen las conversaciones que, según dijo, fueron «paralizadas de la noche a la mañana».

Los presidentes de los diferentes SINVEMAS (sindicatos filiales de la FVM) de todo el país, también cuestionaron la efectividad de estas políticas y señalaron que las medidas no han sido suficientes para frenar la creciente pobreza y la precariedad laboral. En varios sectores, la respuesta al discurso del presidente fue de escepticismo, ya que las promesas de mejoramiento de condiciones laborales y salariales no se han cumplido de manera efectiva en los últimos años.



El profesor Ali Acosta, presidente SINVEMA Portuguesa manifiestó que el Gobierno acabó con el salario en el país, “…el Presidente obrero se burla una vez más del pueblo venezolano con el decreto de aumento de bonos que no inciden en los aguinaldos navideños y demás prestaciones sociales de los trabajadores”, según declaraciones a la prensa regional el 1 de mayo, Día del Trabajador.
El panorama internacional
En el ámbito internacional, el 1 de mayo de 2025 también fue un día de reflexión sobre la situación de Venezuela. Organizaciones internacionales, sindicatos y gobiernos de diferentes países expresaron su solidaridad con los trabajadores venezolanos y pidieron que se garantice el respeto a sus derechos laborales. Muchos de estos actores internacionales también resaltaron la necesidad de que el gobierno de Venezuela dé pasos concretos hacia la reactivación económica y la mejora de las condiciones de vida de su población.
En resumen, el 1 de mayo de 2025 fue un día de grandes expectativas y desafíos para los trabajadores de Venezuela. Las protestas, marchas y declaraciones reflejaron la profunda insatisfacción que persiste en una gran parte de la población, que sigue luchando por salarios dignos, mejores condiciones laborales y una recuperación económica que aún parece lejana. Sin embargo, también fue un día que reafirmó la determinación del pueblo venezolano de seguir luchando por sus derechos y por un futuro mejor para todos.












