#12deJunio En el Día contra el Trabajo Infantil, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Naciones Unidas, ratifican el compromiso de los países para erradicar toda forma de trabajo infantil.

El trabajo infantil en Venezuela es una compleja problemática multifactorial, impulsada principalmente por la pobreza y la falta de acceso a la educación. Aunque existen leyes y organizaciones dedicadas a su erradicación, la falta de datos recientes y la crisis socioeconómica actual representan grandes desafíos para abordar este flagelo y garantizar un futuro digno para la infancia venezolana.

Venezuela ha ratificado importantes convenios internacionales y cuenta con leyes nacionales para proteger a los niños, niñas y adolescentes del trabajo infantil. Entre los más relevantes se encuentran:

Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima (1973): Establece la edad mínima de admisión al empleo.

Convención sobre los Derechos del Niño (1989): Ratificada por Venezuela en 1990, reconoce el derecho de los niños a ser protegidos contra la explotación económica y cualquier trabajo peligroso o perjudicial para su desarrollo.

Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil (1999): Prohíbe y exige la acción inmediata para eliminar las peores formas de trabajo infantil, definiendo al niño como toda persona menor de 18 años.

Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA): Esta ley establece principios de educación y protección contra la explotación laboral. El artículo 94 específicamente indica que «todos los niños, niñas y adolescentes trabajadores y trabajadoras tienen derecho a» una protección contra la explotación laboral. Asimismo, el artículo 38 prohíbe la esclavitud, servidumbre y trabajo forzoso para cualquier niño, niña o adolescente.

Si bien no existen cifras oficiales actualizadas de manera constante, algunas investigaciones y observatorios indican un incremento alarmante del trabajo infantil en Venezuela.

Las consecuencias del trabajo infantil son devastadoras para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, afectando:

•Salud física: Riesgo de enfermedades crónicas, desnutrición, cortes, quemaduras por el uso de herramientas inadecuadas, y exposición a químicos peligrosos. Los niños mineros, por ejemplo, sufren agotamiento físico, abuso sexual y desnutrición.

•Salud mental y psicológica: Estrés, baja autoestima, falta de esperanza en el futuro, y exposición a ambientes hostiles y violentos.

•Educación: Impide la asistencia a la escuela, provoca el abandono prematuro de los estudios o la necesidad de combinar estudios con trabajo, lo que afecta su rendimiento académico y sus oportunidades futuras.

•Desarrollo social y moral: Los niños pueden ser sometidos a situaciones de esclavitud, separados de sus familias y expuestos a peligros que degradan su moralidad y desarrollo.

¡Dile NO al trabajo infantil!

#DiaMundialContraelTrabajoInfantil

Por fvmaestr