ESPEJO DE DETERIORO DEL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO
Ago 11, 2022
El presente informe, realizado por el equipo de investigación y el observatorio de educación de FundaRedes, tiene como propósito diagnosticar las condiciones en que se encuentra el sistema educativo venezolano, impactado al igual que todo el sistema organizacional y de servicios de la Nación por la emergencia humanitaria compleja que desde hace más de ocho años viene soportando, acrecentado por la pandemia COVID 19, la afectación particular generada por la actuación de grupos armados irregulares y bandas criminales, con particular referencia a las secuelas que han dejado en el proceso de enseñanza y aprendizaje en el curso del año escolar 2021-2022.
Los hallazgos del equipo de investigación no son para nada alentadores. La situación que padece el sistema educativo venezolano no deja espacio para regocijarnos y menos aún para lanzar el grito o parafrasear el calificativo meramente propagandístico que llevara a decir erróneamente ¡Ya la educación se arregló!. Para nada: Infraestructura en ruinas, deserción escolar y docente, fallas en el programa de alimentación (PAE), deficiencia en el contenido programático aunado a la peor conectividad de América Latina, además de la indiferencia del Estado ante estas problemáticas, fueron los temas que irreversiblemente debieron ser plasmados en este trabajo, lo que demuestra la constante vulneración del derecho a la educación en los diferentes niveles académicos.
Y es que esta ha sido la constante histórica de los últimos tiempos en el sistema educativo venezolano. Si en el pasado el país logró exhibir un ritmo constante de crecimiento y avances en su sistema educativo, con cifras esperanzadoras para garantizar la igualdad social de oportunidades y crecimiento sostenido de su índice educativo, el descenso es la constante actual. Y lo que es un signo de preocupación en el país, en la frontera es de angustia, ya que, aunado a los factores de deterioro nacional del sistema, en la frontera la gravedad se acrecienta por la presencia e incidencia de factores propios, o al menos localizados.
En este contexto, FundaRedes ha denunciado permanentemente el deterioro sostenido de la educación en el país ante diferentes instancias tanto nacionales como internacionales, así como la incursión de los grupos armados irregulares de origen colombiano en las escuelas de los municipios rurales fronterizos, lo que ha contribuido al abandono de los recintos educativos tanto de los estudiantes como de los docentes debido al miedo y la violencia.
Por esta razón y a fin de mantener viva en la memoria colectiva la grave situación que padecen los habitantes de las zonas fronterizas, la organización, en el desarrollo de esta investigación, realizó una recopilación de los hechos documentados a través del tiempo sobre la realidad educativa en frontera. La educación ha dejado de ser para el Estado venezolano un derecho por el cual velar y correlativamente un deber que cumplir, ya que los últimos periodos escolares se han caracterizado por la disminución de la matrícula de niños y jóvenes en las aulas de clases, la falta de salarios dignos y reivindicaciones en perjuicio de los educadores así como la desprofesionalización de la carrera docente, la destrucción de los planteles educativos y todo lo que implica estudiar e impartir conocimientos sin las herramientas básicas y con hambre.
El país sigue sumergido en una emergencia humanitaria compleja, donde el detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos está marcado por la falta de servicios básicos eficientes, ingresos insuficientes que es permita cubrir sus necesidades y las constantes fallas en la conectividad, amén de la desactualización tecnológica, elementos que afectan directamente el proceso de enseñanza y aprendizaje sin que existan políticas públicas eficaces para solventar la situación; todo lo contario, desde el poder se insiste en invisibilizar la profunda crisis educativa que vive Venezuela.
Lee el artículo completo aquí